VOLUNTARIADO SALUDABLE

Toda la colaboración que se ofrece en los centros sanitarios a cargo del personal voluntario se basa en una aportación desinteresada y no lucrativa.
El perfil del voluntario en los centros hospitalarios y servicios sanitarios abarca todas las edades.Tanto los jóvenes, los adultos como los más mayores son grupos dispuestos a proporcionar ayuda, aunque algunos estudios han destacado que se trata, en mayor número, de personas que rondan los treinta años de edad.
No importa la edad, ni tampoco los estudios o la formación especializada, lo que cuenta es la actitud y la vocación de servicio y ayuda a los demás. No se puede excluir la necesidad de formarse mínimamente para conseguir que la atención sea lo más humanizada posible, ésta debe ser potenciada desde el propio centro sanitario.
La personalidad de un voluntario también se caracteriza por la discreción, ya que conoce en profundidad problemas personales y familiares, y por la comprensión, sabiendo poner la distancia necesaria entre él mismo y la realidad con la que se enfrenta.
Los voluntarios no deben asumir de una manera personal los problemas de las personas a las que asisten, por ello, es recomendable cambiar el tipo de enfermo al que se cuida, sobre todo cuando se trata de personas con pronóstico de supervivencia desfavorable.
Cada día acuden para prestar su ayuda de forma desinteresada, sin intención de que conste su nombre en el alta. Algunos son estudiantes, otros tienen su trabajo en la vida cotidiana y otros, jubilados, han encontrado la experiencia más enriquecedora de toda su vida.